Los pacientes que van a someterse a una operación de tiroides suelen plantearse unas preguntas frecuentas (FAQ en inglés) que se suelen hacer antes de entrar en el quirófano por una enfermedad tiroidea. Vamos a responder algunas de ellas.
¿Es necesaria la cirugía?
El motivo más frecuente por el que se necesita la cirugía es tras la evaluación de un nódulo tiroideo. Éste, tras la punción del mismo con diagnóstico histológico, puede ser benigno, dudoso o canceroso. En caso de ser benigno es tributario de cirugía si es grande, si continúa creciendo o está causando síntomas (dolor, dificultad al tragar…). Es también opción quirúrgica el hipertiroidismo no controlado con medicación, los bocios grandes y multinodulares y para cualquier bocio que esté causando síntomas.
¿Existe algún tratamiento alternativo?
Cuando hablamos de cáncer la opción quirúrgica es indiscutible. En ausencia de cáncer con su médico y cirujano cuál es la mejor opción.
¿Necesito realizar alguna prueba antes de la operación?
Deberá realizarse un buen “chequeo” que estará supervisado por su endocrino y el anestesista. Dependiendo del diagnóstico deberá realizarse una serie de pruebas complementarias, que serán de utilidad a la hora de afrontar adecuadamente la patología por parte del cirujano y del oncólogo (en caso de tratarse de un cáncer).
¿Cuales son los riesgos de una operación de tiroides?
Las complicaciones quirúrgicas más frecuentes son: (1) la hemorragia que puede causar dificultad respiratoria por compresión local; (2) lesión del nervio laríngeo recurrente, que paraliza la cuerda vocal produciendo ronquera y (3) lesión de las glándulas paratiroides que controlan el metabolismo del calcio produciendo un cuadro de hipocalcemia transitoria o definitiva. Estas complicaciones suceden en menos del 2% de las cirugías en centros con experiencia.
¿Cuanto tiroides se debe sacar?
Deberá discutir con su cirujano el tipo de intervención que se la va a realizar. A grandes rasgos, cuando se trate de un cáncer deberíamos extirpar toda o casi toda la glándula tiroides y si se trata de patología benigna podemos preservar una parte de la misma.
¿Deberé permanecer ingresado?
Se trata de una cirugía que en algunos centros se practica de manera ambulatoria, eso significa que el mismo día se procede el alta hospitalaria. Aunque en la mayoría de centros el paciente está ingresado 24h, pudiendo realizar una actividad normal el día siguiente al alta y mantenerse en reposo relativo en cuanto a actividad física se refiere, unos 10 días.
¿Tendré secuelas importantes?
Quedará con una cicatriz en la base del cuello. Lo que hay que saber es que en los pacientes afectos de cáncer (a los que se les practica una tiroidectomía total o casi total) quedan hipotiroideos con lo que necesitarán tratamiento de por vida (una pastilla al día). Es posible también, en estos casos, que se recomiende algún tratamiento complementario tras la cirugía
En conclusión, siga los controles rutinarios con su médico de cabecera. Una vez esté diagnosticado de un trastorno en la glándula tiroides es aconsejable que se dirija a un buen especialista que le planteará los tratamientos posibles. Si la opción es la quirúrgica es aconsejable ponerse en manos de un equipo de cirujanos con experiencia para minimizar los riesgos, y poder llevar una vida normal en el menor tiempo posible después de la cirugía.
Dr. Alex Hugué
Cirujano del Instituto Quirúrgico Lacy. Formación en cirugía mínimamente invasiva en todos los campos de la especialidad. En su práctica diaria se dedica a la cirugía endocrino-metabólica (tiroides, paratiroides, suprarrenal y obesidad mórbida), también llamada cirugía endocrina y a la cirugía de la pared abdominal (hernias), unidad que lidera en el Hospital Quirónsalud de Barcelona.
Nº de colegiado: 35.421