Nódulos tiroideos

Home / ¿Qué Operamos?  / Nódulos tiroideos

Los nódulos tiroideos son protuberancias sólidas o llenas de líquido  que se forman dentro del tiroides, una pequeña glándula ubicada en la base de su cuello, por encima del esternón. Cuando tienen líquido dentro se denominan quistes. La gran mayoría de los nódulos tiroideos son benignos y no producen síntomas. Representando el cáncer de tiroides solo un pequeño porcentaje de los casos. Pueden ser únicos o, con más frecuencia, múltiples, conformando un bocio multinodular. El bocio es el nombre que recibe el aumento de tamaño de la glándula tiroides.  Se sabe que a la edad de 60 años, el 50% de la población tiene un nódulo de tiroides que en más del 90% son benignos.

La prevalencia de nódulos tiroideos en la población general varía de acuerdo con el método de detección. En grandes estudios poblacionales, aproximadamente el 5% de los sujetos tienen nódulos tiroideos palpables, mientras que los estudios de autopsias revelan una prevalencia de 49-57% que fueron asintomáticos durante la vida, y la ecografía tiroidea (EE. UU.) muestra una prevalencia del 13-50% en general población (1). Por lo tanto, la mayoría de nódulos tiroideos se descubren durante un examen médico de rutina. Sin embargo, algunos nódulos tiroideos pueden hacerse lo suficientemente grandes como para ser visibles o dificultar la deglución o la respiración. Las opciones de tratamiento dependen del tipo de nódulo tiroideo y de los síntomas. Estudios realizados en Estados Unidos demuestran que el nódulo tiroideo es el problema endocrinológico más frecuente, lo cual es extrapolable a otros países desarrollados

Causas de la aparición de los nódulos en el tiroides

La aparición de nódulos tiroideos no tiene una causa bien conocida pero se sabe que existe un importante factor genético.

Otras causas que pueden dar lugar a la aparición de los nódulos son:

  1. Adenoma de tiroides. Consiste en crecimiento excesivo del tejido tiroideo normal. Este bulto no es canceroso y no se considera grave a menos que cause síntomas molestos debido a su tamaño. Algunos adenomas de tiroides puede producir hormonas tiroideas sin  la influencia reguladora de la hipófisis, eso produce un exceso de hormonas tiroideas  que lleva al hipertiroidismo.
  2. Existe una producción excesiva de material coloide. El material coloide es, por definición, un sistema conformado por dos o más fases que suelen ser una fluida y otra dispersa en forma de partículas en suspensión. El componente principal del coloide es la tiroglobulina, la molécula precursora de las hormonas.
  3. Una hemorragia focal puede dar lugar a una formación nodular.
  4. La falta de yodo en la dieta puede causar que la glándula tiroides forme nódulos tiroideos de forma ocasional. Es una causa poco frecuente porque se agrega yodo en forma rutinaria a la sal de mesa y a otros alimentos de una dieta habitual.
  5. La tiroiditis crónica o Enfermedad de Hashimoto. Es una patología causada por una reacción del sistema inmunitario contra la glándula tiroides. Puede producir una disminución de la función tiroidea conocida como hipotiroidismo. La tiroiditis autoinmune, que es la causa más frecuente de hipotiroidismo en la edad pediátrica . Esta enfermedad puede dar lugar a una morfología nodular y formar un nódulo tiroideo.
  6. Tiroiditis o inflamación de la tiroides causada por una infección viral.
  7. Un cáncer de tiroides que tiene una incidencia del 10% entre las causas de la aparición de nódulos. Las enfermedades malignas que puede dar lugar a un cáncer de tiroides son carcinoma papilar, carcinoma folicular, carcinoma medular, carcinoma anaplásico, linfoma primario de tiroides y metástasis de otro cáncer.

Signos y síntomas de los nódulos tiroideos

La mayoría de los nódulos tiroideos no causan signos o síntomas. Ocasionalmente, sin embargo, algunos nódulos llegar a ser grandes y ocasionar molestias con la deglución, sensación de hinchazón o comportar molestias estéticas. En lenguaje coloquial se suele hablar de un bulto en el tiroides.

En algunos casos, los nódulos tiroideos producen secreción hormonal adicional (tiroxina), lo que puede causar síntomas de hipertiroidismo tales como: Pérdida de peso inexplicable, aumento de la transpiración (sudor), temblor, nerviosismo, latidos cardíacos rápidos o irregulares (taquicardia/arritmia).

Algunos nódulos tiroideos pueden ser cancerosos (malignos), pero determinar qué nódulos son malignos no se puede hacer tan solo con los síntomas. Siendo necesaria la realización de pruebas dirigidas y en la mayoría de ocasiones precisando punción/biopsia. Los cánceres de tiroides agresivos son raros, en estos casos se puede presentar como nódulos grandes, firmes, fijos y de crecimiento rápido.

Diagnóstico y tratamiento de los nódulos tiroideos

En caso de apreciar alguno de estos síntomas o ante la determinación de un nódulo tiroideo, su médico realizará una exploración física, solicitará análisis sanguíneos con función tiroidea así como una ecografía con punción guiada a partir de la cual se realiza un estudio citológico. Dependiendo de los resultados y de la posible malignidad del tejido del nódulo el tratamiento  puede ir desde el seguimiento, tratamiento con hormona tiroidea (supresión hormonal) o cirugía.

Los métodos diagnósticos en detalle son los siguientes:

  • Exploración física. Realiza por un especialista que pedirá que se trague ya que al realizar esta acción los nódulos que puedan haber en la glándula tiroides se suelen mover hacia arriba y hacia abajo en ese momento.
  • Comprobar otros síntomas físicos del hipertiroidismo mediante la exploración como son los temblores y reflejos rápidos. Síntomas físicos del hipotiroidismo son la piel reseca y la hinchazón de la cara.
  • Tomar el pulso o auscultar para detectar un pulso irregular que puede ser irregular, acelerado por hipertiroidismo o más lento de lo normal por hipotiroidismo.
  • Analítica para comprobar la función tiroidea midiendo el nivel en sangre de las hormonas tiroideas: tiroxina y triyodotironina, y la tirotropina (TSH), secretada por la hipófisis. Los niveles alterados también pueden indicar la existencia de un hipertiroidismo o un hipotiroidismo.
  • Se pueden realizar pruebas de imagen como es el caso de la ecografía que ofrece la información más precisa acerca de la forma y la estructura de los nódulos. Permite diferenciar quistes de nódulos sólidos o determinar si hay múltiples nódulos. También puede usarse como guía en la realización de una biopsia mediante aspiración con aguja fina.
  • Gammagrafía tiroidea. En esta prueba, se inyecta un isótopo de yodo radioactivo en una vena del brazo y una cámara especial generar una imagen de la glándula tiroides distinguiendo entre dos tipos de nódulos:
    • Nódulos calientes, producen un exceso de hormona tiroidea aparecen dado que absorben más cantidad del isótopo que el tejido normal, generalmente no son cancerosos.
    • Nódulos fríos no son funcionales y aparecen como agujeros en la gammagrafía. Algunos nódulos fríos son cancerosos pero la gammagrafía tiroidea no puede distinguir entre nódulos fríos benignos y malignos.
  • Realizar una biopsia mediante aspiración con aguja fina. La ecografía puede servir de guía para realizar esta prueba. El objetivo de la misma es determinar que no haya cáncer distinguiendo entre nódulos tiroideos benignos y malignos.